Vino de trabajar
cansado y sin color.
Había en su frente sudor
sudor de una canción
que la vida escribió para él.
Sus manos percibían
dureza por doquier
y su rostro no ve
más que la nube gris
de su existencia.
Mas la calma le dio
una rosa sin espinas
y un jardín de flores nuevas
que son su revolución
El pan lo lleva en el alma
y la paz en la esperanza
de ver sus flores abiertas
con un futuro mejor.
La vida le dio poesía
y el hoy canta su alegría
de poder brindar su vida
sin pedir más que sonrisas.
Hugo (1973)
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