El nombre del jefe de Mansión Seré
Hrubik era un oficial aeronáutico y falleció en 1998, libre y sin que se determinara su rol durante la dictadura. Rafecas procesó a diez represores que actuaron en Morón, Moreno y Merlo.
Por Victoria Ginzberg
“Hugo” o “Huguito”. Así identificaban hasta ahora las personas que estuvieron secuestradas en el centro clandestino Mansión Seré al jefe del lugar. Desde la semana pasada, el represor tiene nombre y apellido. El juez federal Daniel Rafecas logró establecer que se trata de Juan Carlos Hrubik, un oficial aeronáutico que falleció en 1998, libre y anónimo. El dato consta en la resolución en la que el magistrado procesó a diez represores de los campos de tortura y muerte que funcionaron en los partidos de Morón, Moreno y Merlo, donde el plan represivo del terrorismo de Estado fue puesto en práctica por la Fuerza Aérea.
El fallo de Rafecas abarca el circuito de la Subzona 16, que tuvo como eje la Mansión Seré, la casona que fue incendiada y demolida por los propios represores luego de que el 24 de marzo de 1978, en coincidencia con el segundo aniversario del golpe militar, Claudio Tamburrini, Daniel Rusomano, Guillermo Fernández y Carlos García, que estaban secuestrados en el lugar, lograran fugarse. La I Brigada Aérea de Palomar, la VII Brigada Aérea de Morón, la comisaría de Castelar, la comisaría de Haedo y la comisaría primera de Morón fueron los otros lugares en los que funcionaron centros clandestinos en la zona.
El juez procesó por secuestros y torturas cometidos en esos sitios a los represores Daniel Alfredo Scali, Carlos Alfredo Cámara, Marcelo Eduardo Barberis, Héctor Oscar Seisdedos, Felipe Ramón Sosa, Alberto Oscar Lanas, Néstor Ruben Oubiña, Hipólito Rafael Mariano, César Miguel Comes y Miguel Angel Ossés.
Respecto de Hrubik, el juez resaltó que a pesar de su muerte, esclarecer su identidad es necesario para “reconstruir en forma íntegra la cadena de mandos a la cual respondían los autores materiales de estos hechos” y como aproximación a la verdad histórica. “Ello resulta relevante –afirmó– con sólo pensar en todas y cada una de las víctimas que padecieron gravísimas afectaciones a la libertad y dignidad a manos de este autor ya fallecido, de modo que al menos se sepa cabalmente quién fue la persona real, el oficial aeronáutico que se escondía detrás del apodo, determinar fehacientemente que está fallecido y no aún gozando del anonimato y de la impunidad que ostentara hasta su muerte y de este modo erradicar sin más –al menos en este caso– ese recurrente presentimiento que tantas veces las víctimas le han relatado a este magistrado, tan comprensible, de temer reconocer al que alguna vez fuera su secuestrador o torturador, el que alguna vez tuvo en su puño la vida y la muerte de cautivos, en el momento menos esperado, en la vía pública, en un transporte público, en fin, en cualquier momento, lugar y situación.”
El nombre de Hrubik surgió durante la investigación porque estaba mencionado, como calificador u hombre de referencia, en los legajos de algunos imputados. La documentación personal del oficial, la descripción de los testigos y su identificación a través de fotografías completaron la pesquisa.
Rafecas señaló en su resolución que en la Subzona 16 operaron los grupos de tareas 10, 11 y 12, que dependía de la Fuerza de Tareas 100 y que estaban enclavados en la estructura verticalizada comandada por el Brigadier General Orlando Ramón Agosti, entonces jefe de la Fuerza Aérea. En el juicio a las Juntas, Agosti fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión.
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